Graham Nash, autoretrato

Nash Editions

Un poco de historia…

La era de la impresión digital giclée empezó un poco por casualidad, a mediados de los años 80 en California, con un pequeño equipo de personas que investigaba como digitalizar e imprimir las fotografías que había realizado el legendario músico y fotógrafo Graham Nash (de Crosby, Stills, Nash & Young) a lo largo de su carrera hasta entonces.

Los escánneres todavía necesitaban desarrollo, mientras las impresoras capaces de realizar impresiones duraderas, en alta resolución y completa gama tonal eran inexistentes.

El road manager del grupo y amigo personal de Nash, Mac Holbert, tenía alguna experiencia en informática, ya que llevaba la contabilidad del grupo y ambos se dieron cuenta del potencial de trabajar las fotografías digitalmente, pero lamentablemente no había forma de pasar a papel, lo que visionaban en el monitor. Todavía no existía ningún laboratorio comercial que pudiera revelar o imprimir un archivo digital. Las primeras impresoras tenían muy baja resolución y estaban muy lejos de producir resultados óptimos y duraderos.

Nash quería realizar una exposición de su trabajo fotográfico impreso digitalmente, ya que algunos negativos originales, que en cierta ocasión envió a un director artístico, nunca fueron devueltos y sólo disponía de las hojas de contacto. En la búsqueda de un sistema output de impresión, descubrió Jetgraphix, un laboratorio de investigación afiliado a la universidad de UCLA, dirigido por John Bilotta, un antiguo director de arte de una agencia de publicidad, el cual estaba investigando sobre un sistema experimental de Fuji. Nash estaba muy interesado en conocer la calidad que Bilotta podía ofrecerle, pero la resolución era tan baja, que según palabras de Nash, las impresiones mostraban “puntos tan grandes como tu cabeza”. Nash preguntó a Bilotta si había algo mejor y este le paso un folleto de una impresora llamada IRIS.

Mac Holbert, John Bilotta y Graham Nash con la IRIS 3047

Mac Holbert, John Bilotta y Graham Nash con la IRIS 3047

El representante de IRIS Graphics, Steve Boulter, creía que este tipo de impresión podía ser muy útil al mundo del arte y presionaba a la compañía para que presentara esta impresora a fotógrafos y artistas, mientras la compañía no estaba por la labor ya que su principal objetivo era dirigir el producto a la impresión de pruebas para imprenta.

Boulter voló a Los Angeles a la semana siguiente, para mostrar a Nash muestras de trabajos impresos en la IRIS y éste estuvo gratamente sorprendido. Definitivamente esta era la solución que Nash estaba buscando. Sólo quedaba solucionar un problema: la IRIS no estaba preparada para ser conectada a un escáner u ordenador doméstico Macintosh, ya que sólo estaba preparada para operar en un gran sistema propio para artes gráficas. Boulter conocía a la persona que podía solucionar este extremo, David Coons y lo presentó a Nash. Coons era un ingeniero de color que trabajaba para Disney en el cambio que suponía la transición de la animación analógica a la digital. (Coons recibiría más adelante en 1992 un Premio de la Academia por el co-desarrollo de un nuevo sistema de animación digital).

Coons fue el técnico designado por Boulter para empezar los primeros experimentos con la IRIS 3024. Muy pronto Coons empezó a formar parte del equipo de Nash y en horas libres de Disney, desarolló el sistema y escribió el código para poder escanear y retocar las hojas de contacto de Nash, introducir los datos en la IRIS con cinta magnética e imprimir unas imágenes espléndidas en papel acuarela Arches.

Finalmente, Nash realizo la exposición, la cual creó una gran expectación, ya que se trataba de las primeras fotografías “impresas” con ese revolucionario sistema. Además de Los Angeles, la exposición también viajó a Nueva York y Tokio. Una parte de esas fotografías, más tarde alcanzarían los 19.500,00$ en una subasta en Christie’s.

En Julio de 1990, Nash finalmente adquirió una impresora IRIS 3047 por 126.000,00$ y la instaló en un pequeño garaje de una vieja casa que tenía en Manhattan Beach, un suburbio de Los Angeles. Muy cerca de Manhattan Beach en Santa Monica, el impresor de serigrafía Jack Duganne se enteró de la novedad y pronto fue un asiduo visitante al pequeño estudio, llevando trabajos a imprimir de sus propios clientes. Muy pronto congenió con la IRIS y en febrero de 1991 se convirtió en empleado de Nash Editions. Duganne es también al que se le atribuye haber dado la terminología giclée a este tipo de impresión.

A medida que los encargos de clientes foráneos fueron creciendo, Coons y Boutler ya no pasaban tanto tiempo en Manhattan Beach. Estaba claro que alguien debía hacerse cargo del floreciente negocio. Coons se hacía cargo del mismo mientras Nash y Holbert estaban de gira musical con el grupo CSN&Y, pero cuando la misma finalizó en junio de 1991, Mac Holbert se trasladó a Manhattan Beach desde Santa Cruz donde vivía, para hacerse cargo del mismo.

El 1 de Julio de 1991 Graham Nash y Mac Holbert abrieron oficialmente Nash Editions al público.

En el año 2003 realizan la migración tecnológica de IRIS a Epson.

En marzo de 2010 Graham Nash da un nuevo enfoque a Nash Editions, partiendo Mac Holbert hacia nuevos proyectos personales relacionados con la fotografía y tomando el relevo John Bilotta.

Jesús Coll, printmaker de GraficArtPrints junto a John Bilotta, master printmaker de Nash Editions.

Jesús Coll, printmaker de GraficArtPrints junto a John Bilotta, master printmaker de Nash Editions.

NUESTRA VISITA

Después de contactar con Chris Abbe, concertamos una visita a Nash Editions, la cual tuvimos la oportunidad de realizar este verano, en sus actuales instalaciones en Torrance, California.

La visita fue muy placentera y nos hizo especial ilusión, por lo que NE ha representado en el desarrollo de la impresión fine art giclée, pero también por la amabilidad y franqueza mostrada por el anfitrión norteamericano. Estamos muy agradecidos a John Bilotta, master printmaker de NE, por dedicar su tiempo a contestar cada una de nuestras preguntas.

Como partners de Epson que han sido a lo largo de su historia, les quisimos comentar los conocidos desajustes o inconvenientes que producen las impresoras Epson y que éllos simplemente afirmaron desconocer o que no son reproducidos en sus instalaciones. Este punto nos dejó algo descolocados, ya que es conocido en foros profesionales de impresión, algunos de los inconvenientes Epson, como la obstrucción de sus cabezales y la necesidad de limpiar los mismos con una frecuencia más elevada de lo deseable, o problemas de extraño banding en según qué materiales y ajustes del driver. El desconocimiento de estos inconvenientes por parte de NE, nos llevo a especular si el material servido por Epson a NE, es exactamente el “mismo estándard” disponible para el resto de mortales.

Una acción inevitable que hay que realizar a menudo en las impresoras Epson es, el molesto protocolo de tener que cambiar un cartucho que no está totalmente agotado por otro nuevo, para realizar la limpieza de un cabezal y después de esta limpieza, volver a instalar el cartucho viejo hasta su agotamiento total o volver a realizar este protocolo cuando sea necesaria una nueva limpieza. Bien, en NE no realizan tal operación. Se limitan a desechar el cartucho que no es apto para la limpieza por uno nuevo, desechando la respetable cantidad de tinta que todavía resta en su interior (al menos 40ml. por cartucho), además del perjuicio medioambiental que supone. Quizás éste pueda ser uno de los motivos, aparte del alto coste de la vida en Los Angeles y el derroche económico y vital que supone el transporte físico de las personas a distancias interminables, que sus tarifas de impresión sean tres veces las de GAP.

Actualmente, en Nash Editions trabajan principalmente con una impresora Epson SC-P9000 con Naranja/Verde de 44 pulgadas, que utiliza la misma tecnología de la Stylus Pro 9900, pero con la  nueva formulación de pigmentos (+INFO). Están muy satisfechos con élla, aunque Jonh estuvo de acuerdo conmigo en que diferenciar una impresión realizada con estos dos matices extra de otra sin éllos, es tarea casi imposible. También trabajan con impresoras de 60 pulgadas (Stylus Pro 11890) sin Naranja/Verde para impresiones superiores a 44 pulgadas de ancho.

Los que nos conocéis, sabéis que la arrogancia no forma parte de nuestra manera de ser, pero podemos decir que la visita nos ha proporcionado datos para afirmar que GraficArtPrints está en muy buen camino y que prestamos un excelente servicio.

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